Hoy fue un día esperanzador, después de una triste escena siempre viene algo mejor, y luego fluye, sube y baja, hasta convertirse en una protituta masturbandose.
De que me gustaría denudarme en el metro y amenazar a los transeuntes con una pistola, sí que lo haría y me gustaría. Claro está que en el mundo platónico de las ideas.
Amo la gente esforzada, que con el sudor de su frente ponen a otros seres en primer lugar que ellos mismos. Definitivamente amo la edad, la experiencia, los años, los años.
Amo las madres adolescentes ¿Quién tiene más agallas que la mujer? ¿Quién cocina mejor?
¿Quién te hace los helados más espectaculares del mundo? ¿Quién te escucha cuando estás mal? ¿Quién te besa en la mejilla te abraza cuando resulta que lo que te costaba ahora te sale de maravilla? ¿Quién te pregunta para ganar experiencia? ¿Quién te pregunta para dar experiencia? ¿Qué es mc donald? ¿Qué es el dinero? ¿Qué son las calorías? ¿Qué es el colesterol?
¿Qué es la bipolaridad? ¿Qué es la bipolaridad? ¿Qué es el Litio? ¿Qué es la esquizofrenia? ¿Quién ama la esquizofrenia? ¿Quién ama la pega? ¿Quién ama el mundo? ¡La vida!
Estaba en el metro, y en eso veo que un hombre que va justo al lado mio saca una caja de vino, se tira dos, tres, cuatro pencasos. ¿Qué hombre es ese? Me pregunto. ¿Qué hombre es el que bebe en el metro? Llevaba un terno negro, una camisa blanca, cabello corto, y de expreción singular, gestos paranóicos y sorpresivos. Abulia contenida, sudor gastado, sonrisa leve, aveces tácita. Hombre de metro alcoholizado por el trago, consumido en la contemporáneidad de los hechos, escarbando sus rincones mentales ¿Where is my mind? Me pregunto yo y las chicas depresivas de la clínica de mi amdre, me pregunto yo y la genia bipolar de la mente inquieta, me pregunto yo y todos los psiquiatras y psicólogos del mundo. Astio temporal, consumo de flores pasajeras, temblor expresivo, retumbar de sonidos simultáneos y asco, sangre, sudor, mierda, caca y pija.
Amo la vida, como odio la muerte persdonificada en vida.
Amo el amor como el dolor estrangulado.
Amo las flores del mal.
Y amo a ese hombre que de lejos me miraba como Bowie me mira en Ashes to ashes.
Creo que ahora si puedo morir tranquila, o al menos esperar sana y salva que me derrumbe un oceano, y me estrangule el metro.
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